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A pesar de no haber comenzado el torneo de la mejor manera, y gracias a una levantada en el último tramo del torneo, Velez llegó a la última fecha con chances de coronarse campeón del fútbol argentino, y estuvo a un remate de serlo. A nadie sorprende que el "Fortín" luche por el título, es figurita repetida en los últimos 5 años, y es fruto de un trabajo en conjunto que conformó uno de los pocos proyectos en nuestro país.



Todo comenzó en 2008 cuando Christian Bassedas asumió el cargo de manager futbolístico del club, con la idea clara de contratar un técnico con quien pueda postergar la idea del apuro por el éxito deportivo y avocarse a un proyecto integral que cuente con muchos juveniles salidos del club y dos o tres refuerzos de jerarquía, que con una idea de juego clara representen a la entidad de Liniers por varios años. El elegido fue Ricardo Gareca, que venía de llevar a la cima del torneo peruano a Universitario. Una de las cosas que lo alentó a decidir de esa manera fue que el "Tigre" había querido respetar hasta el último día su contrato, que terminaba a final de año: en 2009 fue presentado como nuevo entrenador del "Fortin".

A pesar de que no tomaron como prioridad el éxito al instante, el buen trabajo los llevó a coronarse campeones del Clausura 2009, el primer torneo disputado. Luego, en el Clausura del 2011, el Inicial 2012 y la Superfinal de la temporada 2012-2013. Además, llegó a la semifinal de una Copa Libertadores y peleó varias Copas Sudamericanas.

Paulatinamente se vio una mejoría en el juego del equipo, que pasó de ganar en el 2009 por las individualidades de algunos cracks como Maxi Moralez o Larrivey, al gran torneo de 2011, en el que desplegó un fútbol excelente, llegando a ser comparado (salvando las distancias) con el Barcelona. La idea de juego es clara: los laterales pasando constantemente al ataque, los centrales no revolean la pelota, si no que buscan abrir la cancha, los volantes de buen pie que a su vez son muy veloces, un delantero desequilibrante que juega por los costados y una referencia en el área. Rara vez se ve a Vélez tirando pelotazos, y su gente, ya acostumbrada al buen juego, reclama cuando eso ocurre.

Los jugadores captaron la idea del proyecto, y viendo que no solo era guiado a lo deportivo, sino que el club estaba muy ordenado, que todos cobraban al día y entrenaban en un lugar tan profesional como el predio de la Villa Olímpica Raúl Gamez, muchos decidieron quedarse varios años. La defensa de los últimos 5 años sale casi de memoria: Cubero como lateral derecho, Dominguez como primer marcador central y Papa como lateral izquierdo, lo que sí varió fue el otro central, que comenzó siendo Otamendi hasta que fue vendido a Europa, luego fue Ortiz, y ahora es ocupado por Tobio, a quien Gareca le quiso dar una oportunidad por sus buenos rendimientos en reserva.

Al igual que los mencionados Tobio y Otamendi, la presencia de jugadores surgidos de las inferiores fue un sello distintivo de la era Gareca-Bassedas. Durante estos años desfilaron por la cancha jugadores como Cristaldo, Gaston Diaz, Ricardo Álvarez, Ivan Bella, Peruzzi, Sills, Rescaldani, Vulletich, Hector Canteros, Leandro Desábato, Brian Ferreira, Allione, Lucas Romero, Ramiro Cáseres, Correa y Francisco Cerro.

Estos juveniles, con dos o tres incorporaciones específicas llevaron a Velez a pelear en todos los frentes. Casi todos los jugadores comprados, con el ojo clínico de Gareca y la posterior aceptación del mánager, rindieron como se esperaba. Maxi Moralez, Larrivey y Seba Dominguez fueron los primeros en llegar y lograron salir campeones. El "Burrito" Martinez y Silva fueron la dupla ofensiva en 2011, Insúa llegó un poco después y tuvo siempre un gran nivel, y el último gran fichaje fue el de Pratto: quizás el delantero más inteligente del fútbol argentino, que a pesar de ser lento, siempre está donde tiene que estar. Ah, por si fuera poco, este semestre repatriaron a Mauro Zárate...


A pesar de que en nuestro país prime el resultado, a la manera en la que se consigue el mismo, un club entendió que con tiempo, y haciendo las cosas ordenadamente, iban a ser más los buenos resultados que los malos, y apostó a un técnico trabajador que lo entendió.
Hace un tiempo su continuidad estaba en duda: él no soportaba más los constantes cuestionamientos que se hacían sin ningún sentido en nuestro fútbol. Hoy se confirmó esta noticia y Gareca dejará de dirigir a la entidad de Liniers. Probablemente siga en alguna otra liga o dirigiendo alguna selección, pero lo cierto es que ya dejó un legado en los jugadores y en los hinchas, y con la continuidad de Bassedas como manager, seguramente, la filosofía velezana, ésta filosofía que dio tantos frutos, continúe por varios años más.

Escrito por: David Kreimer

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