Son las tres palabras que definen el momento que está atravesando Gimnasia. A 10 fechas del final y a casi dos años de haber descendido al Nacional B, el sueño de volver a la máxima categoría del fútbol argentino está empezando a convertirse en una realidad.
Son varios los motivos y argumentos los que sustentan esta frase, la cual los hinchas Triperos adaptaron como propia, y se aferran a ella cada vez que van a ver al equipo de Pedro Troglio, sea en La Plata o en condición de visitante.
Hasta el momento, el “Lobo” lleva cosechados 53 puntos, uno menos que en toda la temporada completa anterior; es uno de los equipos que menos goles recibió, con 20, y uno de los que más marcó, con 40. Tuvo la valla invicta 559 minutos, lo que transformó a Fernando Monetti en arquero récord de la institución. Hace 2 partidos que no le convierten y lleva 9 partidos consecutivos sin perder, donde cosechó 7 victorias y 2 empates.
Pero más allá de la frialdad y exactitud de los números de una campaña que viene siendo brillante, después de un sofocón en el final de la primera parte de la temporada, donde estuvo 5 partidos sin ganar, Troglio logró conformar un grupo de jugadores que si tienen que estar cinco días sin ver a su familia metidos en la concentración, o soportar un viaje de 9 horas en micro, como el de Paraná para jugar ante Patronato, lo hace y sin abrir la boca.
Metiéndonos en los atributos futbolísticos, comenzamos hablando del funcionamiento del equipo. El DT Tripero lo definió como “intenso” y eso es este Gimnasia, corre los 90 minutos, presiona en campo rival, es inteligente, solidario y juega en un nivel de máxima concentración. Por eso les pido y aconsejo a los liricos que les gustan los equipos que juegan sin arco, que se abstengan de ver al Lobo.
Antes de comenzar el análisis, cabe remarcar que el sábado ante Douglas Haig, sino surge ningún impedimento, Pedro Troglio repetirá por séptima vez consecutiva los mismos nombres dentro de la formación inicial, lo que hace que cada uno de los intérpretes conozca a la perfección los movimientos del compañero.
El arco tiene al “Mono” Fernando Monetti, una promesa del club que hace tiempo es una realidad. El mejor arquero de la categoría, y que creció a los golpes. Imbatible en el mano a mano, seguridad en el juego aéreo y solvencia en las respuestas de media distancia, el 1 de Gimnasia es poseedor de reflejos envidiados por cualquier colega del puesto.
La defensa es una muralla, con jugadores que tienen entre 30 y 33 años, seguros y correctos. Facundo Oreja en la derecha es un perro de presa, te muerde los talones y nunca queda mal ubicado, en la zaga dos asesinos; a su lado está Osvaldo Barsottini, quien agarra la lanza y es el segundo goleador del equipo con 8 tantos y el defensor que más marcó en la categoría, luego aparece Juan Carlos Blengio, que aporta experiencia, presencia y orden a la última línea; y por último Lucas Licht, histórico del club, referente, capitán y dueño de una zurda de alta gama.
En la mitad de la cancha está el piberío que juega bajo la lupa de Omar Pouso. El experimentado uruguayo es el volante de contención, marca, muerde y los corre a todos, ordena a sus compañeros y muchas veces se mete entre los centrales. Lo acompañan Franco Mussis por derecha, un tractor por ese sector, marca, juega y tiene buena media distancia. Después aparece el dueño de la pelota parada y de hacer jugar al equipo; Ignacio Fernández piensa, aplica el sentido común y después hace el pase ubicando siempre a un compañero; para finalizar Matías García aporta el ida y vuelta por la banda izquierda, a diferencia de Mussis juega más de lo que marca, bancado por Troglio, que cuando todos lo puteaban, el DT lo bancó y ahora le está respondiendo.
Los últimos dos protagonistas del elenco son Franco Niell y Facundo Pereyra. El primero no se quedó en la palomita salvadora del 2009 para ganarle de forma agónica a Atlético Rafaela 3 a 0 en la promoción de aquel año, hoy es un jugador más maduro, juega en zancos ganando siempre de arriba a pesar de su poca estatura y es un peligro inminente para los rivales, pesado y molesto en la salida del oponente como le gusta a Troglio. Para finalizar está Pereyra, el goleador del equipo con 11 tantos, de buena pegada, movedizo y veloz, se metió por la puerta de atrás llegando último en el mercado de pases de junio del año pasado; hoy es indispensable y se amigó con la red tras una corta enemistad.
Por último hay que hablar del cuerpo técnico encabezado por Pedro Troglio. A casi dos años, el DT hizo un parate en su carrera ascendente para bajar de categoría; llegó cuando el equipo estaba en puestos de descenso a la Primera B, y hoy lo tiene segundo y cómodo en puestos de ascensos a Primera División. Está a gusto en un club que es como su “casa”, como él siempre dice, y está obsesionado con el objetivo de todos: el tan ansiado ascenso a primera.
Los hinchas de Gimnasia, de la mano de estos jugadores y Troglio, volvieron a creer, y a primera quieren volver.
Escrito por: Fernando Pujol (@pujolfernando)
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