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El argentino ha sufrido una gran cantidad de lesiones musculares. Hoy, un desgarro lo aqueja y hay más de una posible variante para reemplazarlo. Cesc, Neymar, Pedro o Alexis.


Este año, sin lugar a duda, no fue el mejor de Messi. Tras un 2012 plagado de éxitos individuales, con distinciones que valorizaron sus grandes actuaciones, sus más de 90 goles, este 2013 no fue lo mismo. Pese a que hizo una suma considerable de tantos y está en lo más alto por rendimiento, las continuas lesiones le jugaron una mala pasada constantemente. Siempre musculares, lo obligaron a parar y, cuando ya todo parecía estar bien, una recaída lo golpeaba nuevamente.

Durante el primer semestre del año estuvo parado, pero no tanto en comparación al período establecido desde junio hasta la actualidad. Vilanova no le daba mucho descanso, pero su rutina era la habitual a la de muchos años. A mitad de año jugó muchos amistosos a beneficio, recorriendo una gran cantidad de países, y eso fue fundamental. Durante sus vacaciones, el 10 optó por seguir jugando al fútbol, seguir haciendo lo que ama.

Pocos días de descanso tuvo cuando le tocó regresar a Catalunya. Ya en esas tierras comenzó a trabajar nuevamente y, hasta el día de hoy, las lesiones en el bíceps femoral y los desgarros en su pierna izquierda lo atosigaron. Martino le dio descanso en numerosos partidos, sobretodo en los que ya consideraba cerrados, más allá del fastidio de Lionel. A pesar de la decisión del Tata, no pudo evitar que su figura se lastime.

Pues bien, sin la Pulga en el equipo, el lugar de falso 9 queda vacante, aunque el entrenador ya ha probado nombres y tiene variantes. Allá por mediados de año cuando Guardiola visitó la Argentina, explicó porque había elegido mover del extremo derecho a Messi y ubicarlo en el centro del ataque. Pep dijo que así le quitaba una referencia a los centrales rivales, ya que el argentino se tiraba atrás para crear juego con los mediocampistas. En ese momento del partido, había dos tendencias favorables:

1-    Si uno de los centrales perseguía a Messi, dejaba un hueco enorme en la defensa, que rápidamente era atacado por Leo después de asociarse y picar al vacío.

2-    En caso de que ninguno lo persiga, creaba una superioridad numérica en mitad de cancha, la base del sistema blaugrana.

Claro está que la función del astro en la posición de falso 9 ha sido extraordinaria. Pero en estos últimos seis meses del año, sin él en algunos partidos, Martino y su cuerpo técnico debieron buscar otra alternativa. Allí se ve una primera figura que demuestra una forma táctica. Su reemplazante natural siempre ha sido Cesc Fábregas. Hasta el momento, si bien se los comienza a nombrar, Neymar lo ha hecho poco y nada en la posición y Pedro nunca ha jugado en ese lugar.

La idea de colocar al ex Arsenal como sustituto natural de Messi responde al segundo punto de los marcados anteriormente. Crear superioridad numérica en la medular para generar fútbol y rápidamente abrir el ataque hacia los extremos. Nunca un faro sobre el que puedan apoyarse los zagueros contrarios. Constante movilidad. Cesc siempre ha sido un hombre clave en esa ideología.

Por otro lado, aparece Neymar como la segunda alternativa, hoy un tanto más potable. Sólo una vez desde que se sumó al plantel tuvo la posibilidad de suplir a Messidesde el centro del ataque. En el principio de ese encuentro, ante el Espanyol, sufrió ya que no podía deshacerse de la defensa del clásico adversario y se perdía. No tenía continuidad en el juego ni espacios para profundizar.

Con el paso de los minutos, se fue acomodando, asociándose con Iniesta y filtrándose para recibir. Fue mejorando su rendimiento y finalizó siendo una de las figuras del partido. El brasileño es un futbolista acostumbrado a recibir en la zona libre para tener campo amplio al llegar a la pelota y comenzar a encarar. Si bien está apto para crear posesiones en fase ofensiva y asociarse –está cada día mejor en ese punto del juego-, su fuerte no es recibir al pie sino ir a buscar en profundidad un pase abierto.

Otra de las posibilidades que se barajan es Pedro. Igualmente, el tinerfeño nunca ha jugado en esa posición. Más allá de que siempre hay una primera vez, tal como la tuvo el delantero de Brasil, el extremo no tiene las condiciones para realizar la misma función de falso centro atacante. También es de recibir al espacio, con gambeta y menos pausa para tocar y jugar. Es adaptable, lógicamente, pero hoy en día es la opción que menos se baraja, mientras pelea por un lugar con Alexis Sánchez.

Por su lado, el nivel del chileno en esta segunda mitad del año ha sido espectacular hasta el momento. Se dio cuenta de que si levanta la cabeza puede hacer estragos. Es más inteligente en el juego, y sus gambetas hoy son altamente productivas. Las veces, pocas por cierto, que le tocó reemplazar a Messi, lo hizo bien, aunque su lugar claramente es el extremo.

Hay cuatro futbolistas que puedan ocupar el lugar que dejó vacante Leo. Cesc Fábregas es el natural, y el que más chances tiene de seguir siéndolo, por la idea lógica que tal vez tenga Martino en su cabeza de no seguir cambiando. Neymar ya demostró que se puede adaptar al lugar, Alexis lo hizo bien por momentos, y Pedro aparece por detrás.

El director técnico argentino, a pesar de los nombres, también demostró que es flexible a otro dibujo táctico y hasta podría cambiar el modelo. Un ejemplo claro es el partido ante el Real Madrid, en el que modificó el esquema, con Messi como extremo y con Cesc también entre los once pero ocupando un lugar en el mediocampo para lograr control de balón y evitar las contras rápidas de los de Ancelotti.

Al Barcelona no le restan partidos del todo complicados, o demasiado importantes, en lo que queda del año. En la Champions League ya está en octavos, es líder de la Liga BBVA y seguramente tendrá que trabajar para conservar el lugar, aunque ya demostró que sin Messi, el nivel se resiente pero por ahora los resultados son los mismos. Lo mejor sería darle un buen descanso al argentino y que haga una especie de mini pretemporada para arrancar con todo el 2014. Hay nombres de categoría para reemplazarlo, resta saber que determinará Martino.

Nicolás Galliari

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