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En su momento, Ramón Díaz se cansó de ganar cosas en River. Torneos nacionales, internacionales, de verano. Gracias a esto, se ganó el prestigio de la gente millonaria, ese prestigio que hoy le permite seguir siendo el entrenador del equipo de Núñez a pesar de un flojísimo semestre, donde en ningún momento peleó el campeonato y quedó afuera en cuartos de final de la Copa Sudamericana tras ser eliminado ayer por la noche en manos de Lanús.

Pero claro, él es Ramón… Los hinchas lo quieren a él, a pesar de la poca auto-crítica que hace acerca de los pésimos rendimientos que viene llevando el equipo desde hace ya varios partidos. Ramón armó el equipo que quiso, trajo a los jugadores que él consideraba correctos para pelear tanto el campeonato local como la Copa. Por eso, le pese a quien le pese, es el culpable de este pobre presente de River. No tiene excusa.
En la época en que Ramón era DT de River y se cansaba de ganar, los equipos le jugaban con mucho miedo. Los equipos que visitaban el Monumental iban apenas con la esperanza de llevarse un empate. Con eso se iban felices. Pero el fútbol argentino cambió, está mucho más parejo. Los equipos te juegan a muerte, no te regalan nada. Ya no se gana con el nombre. Y parece que eso Ramón no lo entendió…

River juega mal. Muy mal. Muchos dicen que en el orden de prioridades a la hora de jugar un partido se encuentran ganar y, si se puede, jugar bien. Pero el Millonario no hace ninguna de las 2 cosas: no gana hace 7 partidos y ni se acerca a lo que se llama jugar bien. El hincha manifestó ayer su disconformidad y pide a gritos que River se despierte. Teléfono, Ramón

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