Por Luis Burgos; @chichongo
Cual Teseo moderno, el técnico del Manchester United tiene su laberinto y en él su minotauro, que hoy se llama Sir Alex Ferguson. Hace seis meses dejó su cargo en el banco del Teatro de los Sueños el escoces Sir Alex, luego de permanecer en él por 27 años. El sucesor Moyes aún no ha logrado darle forma a su proyecto, y los Diablos Rojos naufragan en el decimotercer lugar de la Premier con apenas 22 puntos, a 13 del puntero. Esta situación ha encendido las alarmas en Old Trafford, y ya no son pocos los que se preguntan cómo estarían si en el banco permaneciera el eterno Ferguson. Para agregar más condimentos a la situación, hoy el United se juega el primer puesto en el grupo de la Champions ante el Shakhtar Donetsk, que si vence en el Teatro de los sueños accederá a octavos de final como líder del grupo A. Y por si hiciera falta algo más para reafirmar la presencia de la sombra de Ferguson, acaba de ser nombrado en la terna finalista para la elección del mejor técnico, premio otorgado por la FIFA.
Pero más allá de estos datos, que no dejan entrever nada promisorio, en el mediano plazo, la imagen que está ofreciendo el equipo semana tras semana está dejando mucho que desear. Moyes no consigue que su equipo sea regular. En un equipo sin demasiadas estrellas, con Wayne Rooney y Robin Van Persie como principales referentes, los de Manchester no consiguen engranar y de todos los nombres que sonaron para reforzar la zona de volantes, únicamente llegó Marouane Fellaini. Y es precisamente el sector del campo que más dolores de cabeza le genera al técnico. La adaptación del volante central belga no está siendo satisfactoria, a pesar de que había estado a las órdenes de Moyes durante las cinco últimas temporadas en el Everton. Sin un jugador creativo a su lado, Fellaini no ha conseguido explotar sus mejores virtudes, las mismas que expuso en el anterior campeonato, cuando conquistó once goles.
Para ser justos con el bueno de Moyes, se deben tener en cuenta las lesiones que tampoco lo han ayudado. El técnico se vio privado de contar con Michael Carrick, el balance del equipo en el centro del campo. En el tiempo que lleva sin jugar el futbolista inglés, los diablos rojos únicamente han conseguido dos puntos de doce posibles y, además, cosecharon dos derrotas consecutivas en Old Trafford, algo que no sucedía desde 2002. Tampoco Wayne Rooney y Robin van Persie han sido de la partida en todos los encuentros por diversos problemas físicos, lo que evidentemente ha mermado el poderío ofensivo del Manchester United.
Para completar un panorama de por sí muy complejo, según informaciones periodísticas de las últimas horas, Van Persie habría pedido por escrito salir del equipo en el próximo mercado de pases europeo. El máximo goleador de la Premier en las dos últimas temporadas, y que llegó al United el pasado verano, estaría seducido por la posibilidad de pasar al Barcelona. Si esto se confirmase, agregaría un nuevo inconveniente a Moyes.
A la espera de ver qué pasa en invierno con las potenciales salidas, el “Míster” se habría dirigido ya a los dirigentes del club para hacerles ver la necesidad de reforzar un equipo flaco en el centro y en la delantera. Cuenta la leyenda que cuando Teseo se introdujo en el laberinto, para ir a matar al minotauro, fue desenrollando un hilo a medida que avanzaba para poder salir más tarde. ¿Habrá hecho lo mismo David Moyes?
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