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El actual técnico de la selección italiana intenta practicar un fútbol vistoso y ofensivo, pero el ADN futbolístico del país está ligado a una idea completamente diferente que con los años se fue expandiendo a lo largo de todo el mundo. La historia del "Catenaccio".

En el transcurso de la historia siempre hubo pobres y ricos, inteligentes y estúpidos, fuertes y débiles. Ante la desigualdad de condiciones siempre se buscaron distintas maneras de equiparar las fuerzas: la guerra es un caso perfecto, ya que por ejemplo, Vietnam "venció" a Estados Unidos, la gran potencia armamentista. El fútbol no es ajeno a esta condición y siempre hubo equipos mejores que otros, generalmente los que más dinero tenían, y que solían ganar casi siempre.

En 1930, Karl Rappan, por entonces técnico del Servette suizo ideó un sistema de juego para contrarrestar las habilidades de sus oponentes. El sistema de juego utilizado era el 3-2-5, y lo que él hizo fue atrasar a los 2 mediocampistas hacia la linea de defensa, instauró la marca hombre a hombre y el uso de un "libero", un defensor libre que servía para las emergencias (el actual último hombre). Sin saberlo, le dio origen a una de las filosofías futbolísticas más grandes de la historia.



Ya a fines de los '40 la idea llegó a los equipos italianos y se comenzó a hacer popular entre los conjuntos de menor escala, como el
Salernitana, que dirigido por Giuseppe Viani, y con un fútbol ultra defensivo, ascendió y llegó a lograr buenos resultados en la serie A.

Fue en la década del '60 cuando se comenzó a utilizar el vocablo "Catenaccio", que quiere decir cerrojo en italiano, para referirse a una forma de jugar al fútbol donde lo primordial es la parte defensiva por encima de la creación de ocasiones de gol. Nereo Rocco fue su máximo exponente en esos años, un técnico que comenzó dirigiendo al Padova y terminó en el Milan. Cuando dirigía a su primer equipo, antes de enfrentar a Juventus, un periodista le dijo "Que gane el mejor", a lo que el respondió "Esperemos que no". Otra vez, el mismo periodista, le preguntó cuándo se iba a dignar a atacar en un partido y el DT contestó que el próximo partido iban a estar todos adelante. Obviamente, fue un empate en 0 con su equipo tirado atrás, y cuando el periodista le recriminó la forma de jugar, Rocco sentenció, bromeando: "Sí, todos adelante de Pin (el arquero)". El ataque había dejado de ser la mejor defensa, y ahora, la defensa era el único ataque.

Por el mismo tiempo, el Inter era dirigido por el argentino Helenio Herrera, hombre que pregonaba las mismas ideas que el técnico de su equipo rival, pero con una pequeña diferencia: el lateral izquierdo pasaba constantemente al ataque. "El objetivo no era defender, era quitar el balón y atacar verticalmente, llegando al arco en no más de 3 toques".

El método estaba instalado en Italia, y como conseguía resultados, ya no había vuelta atrás. Allí no hay dilemas éticos, se juega así y punto, se gana como se pueda. Pero claro está, a pesar de haberse gestado y de haber tenido su máximo esplendor ahí, se expandió por todo rincón del mundo donde se juega al fútbol, y nuestro país no es la excepción. 

Probablemente Bilardo sea el Rocco argentino, porque todos sus equipos se adaptaron a esa filosofía de hacer lo que sea para ganar, y defender más que atacar, como se vio en su Estudiantes, y en la Selección Argentina en México '86 e Italia '90. Parte de la crisis que se vive en nuestro fútbol es que los partidos dejaron de ser entretenidos, cada vez se ven partidos con menos goles y campeones con menos puntos. Los equipos "chicos", los menos poderosos, comenzaron a utilizar estos métodos y ya casi no hay diferencias con los equpos "grandes". Ahora, por las presiones que se viven, todos los equipos defienden más de lo que atacan: es más fácil defender, empatar y en una de esas, ganar, que arriesgarse a perder y que echen al técnico por una serie de malos resultados. El Boca campeón de Falcioni es un ejemplo, otros son los conjuntos de Caruso Lombardi, a quien acusan de "meter un bondi adelante del arco".

Ahora, con miras al Mundial de Brasil 2014, Prandelli, el técnico italiano, quiere cambiar radicalmente la forma de juego de su selección que lo llevó hace 8 años a coronarse de la mano de Lippi, y apostar al juego ofensivo, ya que admira a España. En Sudáfrica Italia empató los 3 partidos y eso catapultó la decisión. ¿Podrá dejar de lado la historia de su país y no quedar en el medio de dos estilos?


Por David Kreimer


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  1. El Boca de Falcioni te parecía defensivo? Riquelme es defensivo?, Cvitanich, Mouche son defensivos? Roncaglia no pasaba al ataque? Rivero no atacaba? Erviti? La mayoría de los jugadores tenían virtudes ofensivas. Los que juegan son ellos. Ser sólido y que no te metan goles no significa ser defensivo. Falcioni es defensivo, Mou tm, sus jugadores no. Abrazo grande. Buena info... @pablomosquera

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  2. Los equipos italianos de aquella época también tenían algunos jugadores de vocación ofensiva. El tema está en que el planteo se basa en defender más que atacar, y salir desde abajo rápido. El Boca de Falcioni centraba su juego en la solidez de su defensa, y de ahí jugaba de contra (obvio que cuando tenes un jugador como Román, también tenes una cuota de otro tipo de juego). Pero es un tema muy discutible... gracias por comentar!

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  3. El estudiantes de bilardo jugaba con linea de 5 pero con 3 numero 10, algo casi nunca visto en la argentina

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