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 Por los partidos de ida de las semifinales de la UEFA Champions League, el Bayern Münich  en primer lugar, le ganó 4-0 al poderoso Barcelona con una gran demostración de fútbol. Luego, al día siguiente, Robert Lewandowski y el Borussia Dortmund le propinaron una goleada por 4-1 al Real Madrid.


 Estos últimos dos días van a quedar en la memoria de muchos amantes de este hermoso deporte. Hace ya varios años que la afición futbolera cuando pone sus ojos en Europa, la mayoría de las veces posa sus ojos en España. El duelo Barcelona-Real Madrid es el clásico de todos, en el que se disputa el orgullo de uno y de otro a cada partido y genera divisiones en cada país en los que se ama este el juego de la pelota. El Barcelona de Messi y compañía, el Real Madrid de Ronaldo y Mourinho, en estos dos partidos por la ida de las semifinales de la UEFA Champions League, se vieron totalmente deslucidos ante el poderío del futbol alemán, representado por el Bayern Münich y el Borussia Dortmund.

 No es una gran sorpresa lo que ocurrió. Ya desde hace tiempo se puede ver como el fútbol alemán viene en alzas. Esto se puede observar al mirar el juego de la poderosa selección alemana, totalmente renovada y con la aparición de grandes estrellas jóvenes como lo son Götze, Reus, Müller y Kroos, entre otros.


 
Si hablamos de cada duelo en particular, debemos hablar primero de lo que fue el partido entre el Bayern Münich y el Barcelona. Acerca de este duelo había y aún existe mucha expectativa ya que el equipo alemán será dirigido próximamente por el gran Pep Guardiola, profeta en la tierra catalán y considerado uno de los mejores técnicos de la actualidad.
 Lo que ocurrió el día martes fue sorprendente. Se esperaba que el Bayern Münich superara al Barcelona en tierra alemana pero no de la forma en que ocurrió. Pensar antes del partido que la diferencia entre ambos equipos iba a ser de cuatro goles era totalmente inesperado.
En el Barcelona, se daba la vuelta del mejor jugador del mundo en la actualidad, el argentino Lionel Messi. Aún no dado de alta por la lesión que lo afecta hace unas semanas, el crack argentino decidió jugar igual el partido, fiel a su estilo de tratar de no perderse ningún duelo importante y jugar todos los minutos posibles. Esto se notó en el campo de juego, ya que Messi estuvo muy intermitente todo el partido y casi que no tuvo participación en el encuentro. Se lo vió apagado, lesionado, lo que influyó en el juego de su equipo, ya que nunca tuvo la fuerza en ataque como la que suele tener a la hora de enfrentar sus rivales.



 ¿Y qué podemos decir del poderoso Bayern Münich?, la verdad, a uno lo deja sin palabras. Este equipo alemán, que se consagró campeón en su liga en tiempo récord, tiene una solidez defensiva y una poderosa ofensiva que asusta. Liderado por Schweinsteinger y ayudado por las figuras de Neuer en el arco, Lahm en defensa y Müller y Ribery en ataque, este equipo se ha convertido en la gran potencia del mundo en la actualidad. Al observar el partido contra los blaugranas, uno pudo ver que aún contra el Barcelona, el Bayern fue muy fiel a su estilo. Le cedió la pelota todo el partido (65% de posesión del Barcelona contra 35% del Bayern), lo dejó llegar muy poco al área rival, y cuando tuvo la oportunidad de contra, liquidó el partido. A su vez, el Bayern Münich utilizó mucho un método muy efectivo contra el equipo español. Aprovechar la altura de sus jugadores contra la no muy alta estatura de su equipo rival fue determinante en el encuentro, ya que los primeros dos goles, hechos por Müller y Mario Gómez, llegaron después de centros rasantes que otro jugador bajó hacia el medio para dejar en posición óptima de gol a los autores de los respectivos goles.
 En el partido, hubo varias polémicas a tratar, como la falta de Müller sobre Jordi Alba en la jugada del tercer gol de Robben, o la posición adelanta de Mario Gómez al facturar en el segundo gol. Son totalmente correctas, ya que fueron fallos graves hechos por la terna arbitral, pero aún asi la superioridad de Bayern Münich fue implacable, llevando esta serie de semifinales a España con un 4-0 a favor, que en los papeles, se muestra totalmente irremontable.

 En el otro duelo de las semifinales de UCL, se enfrentaban el único invicto de esta copa, el Borussia Dortmund, contra el Real Madrid del gran Cristiano Ronaldo y el alucinante José Mourinho. Al hablar de la previa de este partido, es importante señalar que el favorito era el equipo español. Con la moral en alzas por haber mejorado su juego y por ver las aguas calmadas por la ya segura ida de Mourinho a partir de Junio, el Real Madrid se creía favorito. Al haberse enfrentado en la fase de grupos (ambos pertenecían al llamado “Grupo de la muerte”, junto al Manchester City y Ajax), se creía que el Madrid había aprendido la lección contra el equipo alemán ya que no lo había podido vencer, al perder por 2 a 1 en Alemania, y empatar 2 a 2 en España. Pero esto no ocurrió como se pensaba. La goleada del Borussia Dortmund liderada por el póker de su gran goleador polaco Lewandowski, dejó al Real Madrid con un pie y medio fuera de la final en busca de la décima.
 El Borussia Dortmund de Klopp, la mente maestra de este equipo, le dio una lección táctica y de futbol al equipo de Mourinho. De este equipo se pueden destacar muchas cosas. Tanto sus jugadores como su disposición táctica y la inteligencia para enfrentar cada partido que tiene por delante. La seguridad de Weidenfeller, la experiencia de su central Hümmels, la fiereza de Bender, la inteligencia del maestro Gündoğan, la juventud de Götze y Reus, y el implacable olfato goleador de Lewandowski, hicieron llegar a este equipo tan lejos en la Champions League y convertirse en el favorito de muchos seguidores del fútbol, que quieren ver como un equipo del cual nunca se habló demasiado, llegue a conseguir la copa más deseada por todo equipo europeo. Si hablamos del partido, podemos decir qué fue todo para ellos. El error de Hümmels que derivó en el gol de Cristiano Ronaldo, el día de hoy pasa totalmente desapercibido al hablar del partido. Fue increíblemente superior a su rival en todas las líneas de juego y los cuatro goles de Lewandowski, en el que vale destacar la joya del tercer gol, clavándola en el ángulo y dejando en el piso a Pepe, le dieron al partido un condimento extra que se agrava al decir que el polaco va a ser próximamente jugador del Bayern Münich de Guardiola.
 Del Real Madrid en este partido no se puede decir mucho. El único jugador que en cierto grado se destacó, fue el alemán Khedira, corriendo todo lo que pudo y llegando al ataque más que el mismo Higuaín o Cristiano. En el sentido táctico, Mourinho momentos antes del partido, decidió que no juegue Di María y si lo haga Modric, lo cual fue un terrible error. Este cambio llevó a que Özil se viera muy oculto y desperdiciado por la banda derecha del ataque y además, esta posición sin valía de Modric junto a Xabi Alonso, se vio agravada por el terrible partido que jugó el 5 del Madrid. Gündoğan lo superó en el medio campo todo el partido, fue mucho más y eso se notó demasiado. Fue un determinante muy grande en el resultado porque, por esto, el Real Madrid vivió a pelotazos sin sentido todo el partido, mientras que el Dortmund fue muy organizado y compacto.


Los partidos de vuelta de estas semifinales van a dar lugar la semana próxima, los días 30 de abril y 1 de mayo. ¿Es posible una remontada de los equipos españoles?. Por lo que se vio en los partidos de ida, parece una misión imposible, pero al hablar de que estos equipos son el Barcelona y el Real Madrid, nos hace esperar hasta el día del partido para dar el pronóstico final. Lo que sí es seguro, es que se van a vivir dos partidos de vuelta muy emocionantes, en el que lograr llegar a la final que va a dar lugar en Wembley, será el objetivo más preciado entre los alemanes y españoles.


Escrito por: Franco Secco (@francosecco)

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