0
Por Andrés Yacoubian
@andiyaco

Daniel Alberto Passarella, actual presidente de River, le deseó el descenso al club del cual admitió haber sido hincha cuando era chico. Este club es nada más y nada menos que el superclásico de la entidad millonaria, Boca.

A la pregunta del periodista español del Diario Marca acerca de si le gustaría ver a Boca en la segunda categoría del fútbol argentino, Passarella respondió: “No es una pregunta que quiera contestar. Pero ojalá”. Como él dijo, ese es su pensamiento como hincha, pero al ser la cabeza de una institución tendría que haber medido sus comentarios. Tal vez su declaración sea una manera de hacer campaña política (hay elecciones en diciembre en River) ya que él no habla mucho con la prensa argentina ya que le molesta que no haya objetividad y a veces hasta se falte el respeto. Tal vez quiera ganar el amor del hincha millonario con comentarios que pueden ser considerados como ofensivos por parte del hincha de Boca y luego decidir si postularse o no en las elecciones: “Para ir a perder, no voy. Uno, con las encuestas, va sabiendo. Ahora estamos abajo, pero tres meses en Argentina es mucho tiempo”.


Como era de esperar, esta frase no pasó inadvertida y algunos dirigentes de la entidad de la Ribera salieron al cruce de estas declaraciones. César Martucci (vocal) lo interpretó como “un irresponsable acto de campaña”; Juan Carlos Crespi (vicepresidente) se acordó del pasado del Kaiser y dijo que “él se pondría triste, si dijo que era hincha de Boca”; y Marcelo London (protesorero) le pegó al Kaiser en su rol de dirigente, ya que, según el dirigente xeneize, uno debe dar el ejemplo y una declaración de este estilo puede generar violencia. Además de algunos comentarios con cierta soberbia por parte de algunos directivos de Boca: “Creo que Passarella no va a poder cumplir ese deseo, ni como presidente ni como hincha. Boca nunca se va a ir a la B”, declaró London aduciendo a la grandeza de su club.
Para seguir con las declaraciones “filosas”, Passarella le pegó a Julio Humberto Grondona, presidente de la AFA y vicepresidente de la FIFA, a quien le atribuyó la mayoría de los males que hoy tiene el fútbol argentino, como por ejemplo la violencia (también involucró al gobierno). “En 2015 son las elecciones y Grondona seguramente deje la presidencia.  Sí, seguramente se va a hacer (una refundación del fútbol argentino). El fútbol no puede seguir así. Por ponerle un ejemplo, en Argentina no podemos conseguir dinero por la taquilla, porque no nos dejan pasar hinchas rivales. Sólo pagan nuestros socios, pues. No recaudamos. Es increíble. Y jugamos sin público visitante porque no se puede controlar la violencia. Es insólito. Y eso es algo de la AFA y el Gobierno. Lo tienen que arreglar ellos. No los clubes. Eso mejorará en 2015, seguro. O mejora o el fútbol argentino muere”. Duras palabras de Passarella, pero que reflejan la realidad que se ve todos los fines de semana en las canchas de fútbol del país.

Publicar un comentario