Por Luis Burgos; @chichongo
Podría ser el título de una película, pero no lo es. En realidad describe el fugaz paso de Reinaldo Merlo como técnico de Aldosivi de Mar del Plata. Era todo alegría en Aldosivi, la contratación de “Mostaza” Merlo, logró darle un envión anímico a los hinchas preocupados por el flojo comienzo de temporada del conjunto del Puerto. Sin embargo, treinta horas después y con sólo dos entrenamientos en su haber, todo se terminó y volvió la incertidumbre.
José Moscuzza, presidente del “Tiburón”no salía de su asombro, cuando tuvo que anunciar la salida de “Mostaza”. “Me llamó anoche y nos juntamos porque me explicó que tenía un familiar con un problema de salud y se agravó la situación. Yo pensé que era algo momentáneo, que iba a ver cómo estaban las cosas y volvía, pero me aclaró que no, que se tenía que quedar en Buenos Aires y no podía estar lejos de su familia”, atinó a decir Moscuzza a los medios.
Obvio que las cuestiones humanas tienen prioridad absoluta por sobre las deportivas y es entendible, que por problemas de salud familiar, uno de un paso al costado para estar cerca de su familia. Lo que es difícil de entender, es que la situación cambie tan rápido en tan pocas horas. Merlo fue presentado el miércoles por la tarde y el jueves por la noche agarró sus cosas y se fue de la ciudad.
Y lo verdaderamente curioso es que esta situación Aldosivi ya la había vivido en el 2010, cuando en un día tuvo tres técnicos. Ese día comenzó con Omar Labruna como entrenador, pero al mediodía no pudo firmar el contrato y decidió alejarse. Por la tarde Carlos Girardengo, técnico de la cuarta división de AFA, dirigió la práctica del plantel. Y por la noche finalmente arregló Salvador Daniele, que ya había sido técnico de Aldosivi y estaba en la ciudad de vacaciones. Respecto al futuro y todavía asombrado, el presidente anunció: “Veremos los pasos a seguir. Hay un partido en Tucumán al que va a viajar otra vez Pablo Corti y después buscaremos otro entrenador seguramente”. En esta ocasión el tan mentado “paso a paso” fue una carrera.
Podría ser el título de una película, pero no lo es. En realidad describe el fugaz paso de Reinaldo Merlo como técnico de Aldosivi de Mar del Plata. Era todo alegría en Aldosivi, la contratación de “Mostaza” Merlo, logró darle un envión anímico a los hinchas preocupados por el flojo comienzo de temporada del conjunto del Puerto. Sin embargo, treinta horas después y con sólo dos entrenamientos en su haber, todo se terminó y volvió la incertidumbre.
José Moscuzza, presidente del “Tiburón”no salía de su asombro, cuando tuvo que anunciar la salida de “Mostaza”. “Me llamó anoche y nos juntamos porque me explicó que tenía un familiar con un problema de salud y se agravó la situación. Yo pensé que era algo momentáneo, que iba a ver cómo estaban las cosas y volvía, pero me aclaró que no, que se tenía que quedar en Buenos Aires y no podía estar lejos de su familia”, atinó a decir Moscuzza a los medios.
Obvio que las cuestiones humanas tienen prioridad absoluta por sobre las deportivas y es entendible, que por problemas de salud familiar, uno de un paso al costado para estar cerca de su familia. Lo que es difícil de entender, es que la situación cambie tan rápido en tan pocas horas. Merlo fue presentado el miércoles por la tarde y el jueves por la noche agarró sus cosas y se fue de la ciudad.
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