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Hace 9 años, de la mano del ''Tolo'' Américo Rubén Gallego, Newell's Old Boys se coronaba campeón del Torneo Apertura 2004, desplegando un futbol quizá no muy vistoso pero intenso y efectivo, registrando 36 puntos (lo más bajo hasta el presente Torneo Inicial 2013). Aquel equipo mezclaba la experiencia de un tal Ariel Ortega, de Rubén Capria, de Ariel Zapata y de Julián Maidana con la sangre de los jóvenes Ignacio Scocco, Sebastián Domínguez, Guillermo Marino y Iván Borghello.

La campaña comenzó con un 0-1 ante Vélez en Rosario, quien sería su principal contrincante en la lucha por el título. Luego obtuvo dos victorias ante Rosario Central y Huracán de Tres Arroyos que devolvieron la confianza depositada en el Tolo y sus muchachos. Sin embargo, dos empates consecutivos ante Colon como visitante y Banfield como local comenzaban a impacientar a la gente, que reclamaba más protagonismo en el campeonato, reclamos que, se irían disipando luego de las victorias ante Argentinos en La Paternal, e Instituto y Estudiantes en el parque, con el 2-2 en el medio ante River de visitante, que depositaban al equipo en el lote de los de arriba y dando que hablar. Luego de un magro empate ante Arsenal, el equipo se recuperó entre semana con dos victorias como local: ante Racing y Quilmes. Más tarde, derrota en José Ingenieros frente Almagro y empate en 0 de local frente a Lanús que ponían en un manto de duda al rendimiento del equipo, que se recuperó en el Nuevo Gasómetro ante el Ciclón (2-1) pero que dejó escapar 2 puntos nuevamente de local ante el débil Olimpo. Había que ir a la Bombonera y ganar. Y se ganó, 3 a 1 ante un Boca muleto con una actuación soberbia del pibe Borghello. Finalmente, llegaría el desenlace. El partido contra Gimnasia en el parque iba a ser bisagra, ya que la lepra se aseguraba el primer puesto venciendo al lobo por 2 a 0 con un golazo de ''PlayStation'' de Marino y Belluschi de cabeza. ''Que vamo' a salir campeones, que vamo' a salir campeon!'' deliraba la mitad rojinegra de Rosario. Llegaba la última fecha, en Avellaneda, contra Independiente. En la semana había sospechas sobre el partido, que si se arreglaba, que si salían 1 a 1 y todos contentos. Lo cierto es que, Newell's salió campeón y la pelota no se manchó. 2 a 0 venció el rojo en una cancha colmada de camisetas rojinegras. Oficialmente 40.000 almas se movilizaron hasta la capital para gritar campeón. Cancha de Independiente, Obelisco y avenidas. Rosario, por una tarde, se mudó a Buenos Aires.




Así será recordado el equipo del Tolo, que durante el campeonato sufrió, gritó y trabajó, y al final terminó llorando de alegría ante la sexta corona del conjunto del parque. Equipo que quedará inmortalizado así, 11 pibes con muchos ''huevos'' dirigidos bajo la batuta del burrito.


Escrito por: @_FacuRivera

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