0
Se fue un 2013 triste y doloroso para el hincha de Independiente. Sin duda alguna, todo lo vivido será imborrable. Pero atención, lo sucedido el 15 de Junio fue consecuencia de un proceso nefasto por donde se lo mire. La crisis institucional y económica derivó en lo que ya todos sabemos. Por eso, no es erróneo afirmar que el mal momento de la institución de Avellaneda viene desde hace ya varios años. Incluso, si hacemos el tiempo atrás y vemos el último título local, en 2002, las cosas ya denotaban que institucionalmente el club había dejado de ser lo que era.

Julio Comparada vació a Independiente. Se rió en la cara del hincha. El socio, confundido y cansado de desilusiones tomó la decisión de darle una nueva oportunidad. El error de la década. La segunda etapa del ex presidente fue aún peor. Cheques rebotados por doquier, entrenadores que se iban antes de finalizar su contrato. Incluso, Antonio Mohamed fue echado por la barra brava. Muestra de una crisis que a esa altura, ya había calado hondo. Al hincha no solo le mintieron. También lo callaron cada vez que intentaba manifestarse. Le pegaron en plena popular, a la vista de todo el mundo, pero nadie hizo nada. Ni siquiera se disimuló un poco el altísimo grado de abandono institucional.

El cansancio del socio dijo basta, y Javier Cantero llegó a la presidencia como la mejor opción. El hombre honesto y con valores que iba a refundar la institución fue una máquina de tomar malas decisiones. Ninguna promesa cumplida y una soberbia similar a la Daniel Passarella, que llevó al descenso a otro grande, River Plate. La lucha contra la barra brava quedó a mitad de camino, al punto de haber dos grupos diferenciados que lucharon por poder y solo lastimaron más a Independiente. El pasivo no paró de crecer y futbolisticamente, todas las decisiones fueron equivocadas. 

Tras el descenso nada cambió. El renacer parece lejano. Independiente lucha con todas sus limitaciones para volver al lugar del que nunca debió irse. Pero claro, el fútbol no tiene lógica, y el descenso fue una consecuencia inevitable que tarde o temprano llegaría. El 2013 debe ser recordado como el año en el que los malos manejos vieron sus resultados. La grandeza del club más ganador de América no se perderá, pero debe volver a demostrarse. Un club tan grande no merece este presente. Con 109 años de vida recién cumplidos, Independiente atraviesa la lucha más difícil de su historia: la de volver a ser.

 Escrito por: AlanAlberdi

Publicar un comentario