En España la lucha política por la autonomía de los pueblos aún continua, pero muchos de ellos la encuentran en el fútbol teniendo sus propias selecciones como el caso de Catalunya, la Comunidad Valenciana, pero en especial, el País Vasco.
En 1937, tras la caída de Bilbao, el combinado tuvo que exiliarse cruzando el Atlántico desembocando en México. Allí, con el nombre de Club Deportivo Euskadi disputó los torneos de la liga amateur del Distrito Federal -la más importante en ese país- obteniendo el campeonato 38-39, con 13 triunfos, un empate y tres derrotas. Al acabar la guerra el equipo fue disuelto.
En los siguientes 40 años solo disputaron un partido (0-2 vs Real Madrid en 1966) debido a la dictadura franquista . Volvió a jugar en 1979 con el triunfo por 4-1 sobre República de Irlanda en San Mamés, en un encuentro donde el gobierno prohibió que suene en el estadio el himno vasco provocando que muchos dirigentes políticos y aficionados abandonaran, enojados, el estadio antes del inicio.Dentro de lo futbolístico tienen una línea bien clara y es la de ser dinámicos en ataque y presionar alto. Selecciones sudamericanas han sufrido humillaciones ante el juego vasco: Uruguay cayó dos veces ( 5-1 en 1998 y 2-1 en 2003), al igual que Bolivia (3-1 en 1993 y 6-1 en 2012); 4-3 frente Venezuela en San Cristobal (en el primer encuentro fuera desde el 6-0 a Cuba en 1938); El empate ante Paraguay por 1 a 1 en 1995 y la reciente goleada a Perú por 6 a 0.
José Mari Bakero, Txiki Berguistain, Bixente Lizarazu, Fernando Amorebieta, Julen Guerrero, Aritz Aduriz, Javi De Pedro, Julio Salinas, Andoni Zubizarreta, Javi Martinez o Gaizka Mendieta son algunos de los tantos cracks que vistieron la camiseta verde y roja.
Lejos de las acciones extremistas de ETA, el País Vasco muestra con orgullo sus talentos, sus clubes, su fútbol, pero sobre todo, su independencia.
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